Motivo

A los 500 años de su nacimiento, Santa Teresa de Avila nos sigue enseñando como Maestra Espiritual a los creyentes de hoy

domingo, 29 de marzo de 2015

- El Papa celebra a Santa Teresa en su centenario

“Teresa fue hija de padres piadosos y honrados”, precisa el Papa y apunta que “necesitamos hoy hombres y mujeres que tengan amor a la Iglesia, que colaboren con ella en su apostolado, que no sean solo destinatarios del Evangelio sino discípulos y misioneros de la divina palabra. Hay ambientes a los que sólo ellos pueden llevar el mensaje de salvación como fermento de una sociedad más justa y solidaria”.
En definitiva, “formar hogares donde Cristo sea la roca en la que se apoyen y la meta que corone sus anhelos”. En ese sentido la Santa de Ávila también pediría a los jóvenes “que no se les arrugue ‘el ánima y el ánimo’”. “De la mano de Santa Teresa los jóvenes tendrán valor para huir de la mediocridad y la tibieza y albergar en su alma grandes deseos, nobles aspiraciones dignas de las mejores causas”, afirma el mensaje del Papa.
“De modo especial ruego a Santa Teresa que nos regale la devoción y el fervor que ella tenía a San José. Harto bien haría que los que pasan por la rueda del dolor, la enfermedad, la soledad, quienes se sienten agobiados o entristecidos recurrieran a este insigne patriarca con el amor y la confianza con que lo hacía la Santa”, ha apuntado el Papa Francisco.
También ha afirmado: “Y confieso que a menudo le hablo a san José de mis preocupaciones y problemas y, como ella, ‘no me acuerdo hasta ahora de haberle suplicado cosa que la haya dejado de hacer’”.
“Encomiendo a todos cuantos celebran este V Centenario a la intercesión de Santa Teresa, para que alcance del cielo todo lo que necesiten para ser de Jesús, como ella y con la experiencia de su amor puedan construir una sociedad mejor, en donde nadie quede excluido y se promueva la cultura del encuentro, del diálogo, de la reconciliación y la paz”.
Según apunta el Papa Considera “una gracia providencial que este aniversario hay coincidido con el año dedicado a la Vida Consagrada, en la que la Santa de Ávila resplandece como una guía segura y modelo atrayente de entrega total a Dios”.
“¡Cuánto bien nos sigue haciendo a todos el testimonio de su consagración, nacido directamente del encuentro con Cristo, su experiencia de oración, como diálogo continuo con Dios y su vivencia comunitaria enraizada en la maternidad de la Iglesia”, precisa el Papa.
También subraya la importancia de Santa Teresa como “maestra de oración”, que según define en sus libros consiste simplemente en “tratar de amistad con quien sabemos nos ama”. “La de Teresa no fue una oración reservada únicamente a un espacio o momento del día, surgía espontánea en las ocasiones más variadas”, afirma el Papa en el mensaje e insiste en que “estaba convencida del valor de la oración continua, aunque no fuera siempre perfecta. La Santa nos pide que seamos perseverantes, fieles, incluso en medio de la sequedad, de las dificultades personales o las necesidades apremiantes que nos reclaman”.
Según explica el Papa, “a partir de su encuentro con Jesucristo, Santa Teresa vivió ‘otra vida’, se convirtió en una comunicadora incasable del Evangelio. Deseosa de servir a la Iglesia y a la vista de los graves problemas de su tiempo, no se limitó a ser una espectadora de la realidad que la rodeaba”.
“Desde su condición de mujer y con sus limitaciones de salud, decidió  -dice ella- ‘hacer ese poquito que era en mí, que es seguir los consejos evangélicos con toda la perfección que yo pudiese y procurar que estas poquitas que están aquí hiciesen lo mismo”, recuerda.
El Papa Francisco también ha destacado la “dimensión misionera y eclesial” que ha distinguido desde siempre al Carmelo descalzo, por eso ha recordado “que también hoy la Santa nos abre nuevos horizontes, nos convoca a una gran empresa, a ver el mundo con los ojos de Cristo para buscar lo que Él busca y amar lo que Él ama”.
Otro de los puntos principales de la vida y fundaciones de Santa Teresa de Jesús fue la vida comunitaria al que puso la fraternidad como cimiento. “Aquí todas se han de amar, todas se han de querer, todas se han de ayudar”, decía la Santa de Ávila.
El Papa recuerda que para evitar el peligro de la autorreferencialidad Santa Teresa de Jesús encarece a sus hermanas especialmente “la virtud de la humildad, que no es apocamiento exterior ni encogimiento interior del alma, sino conocer cada uno lo que puede y lo que Dios Puede en él”. “La humildad teresiana está hecha de aceptación de sí mismo, de conciencia de la propia dignidad, de audacia misionera, de agradecimiento y abandono en Dios”, subraya el Papa Francisco en su mensaje a la Orden de los Carmelitas.
“Con estas nobles raíces, las comunidades teresianas están llamadas a convertirse en casas de comunión que den testimonio del amor fraterno y de la maternidad de la Iglesia presentando al Señor las necesidades de nuestro mundo, desgarrado por las divisiones y las guerras”, declara el Papa.
En el mundo la Orden del Carmelo Descalzo de la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo ronda las 69 mil personas entre religiosas, religiosos y laicos pero son innumerables las órdenes inspiradas en el carisma de Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz.


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